Transmiten enfermedades como el paludismo, la fiebre amarilla, el dengue, ciertas formas de filariasis y algunas encefalitis por arbovirus.
Se encuentran mayormente en lugares donde hay mayor concentración de agua, ya que es allí donde se desarrollan las larvas.
Se alimentan de néctares y polen. Son capaces de desplazarse a grandes distancias aun en contra del viento.
Viven hasta dos semanas, la hembra pone de 40 a 60 huevos, los huevecillos son puestos en aguas tranquilas (anopheles) o estancadas (aedes), la larva y la pupa permanecen en medio acuático. Los adultos son activos en horas crepusculares y las hembras son las únicas hematófagas, ya que los machos y ocasionalmente las hembras.