Transmiten bacterias, provocando desde diarreas infecciosas hasta infecciones urinarias.
Asimismo provocan daños en los domicilios, ya que deterioran las estructuras de madera y árboles.
Algunas especies llegan a tener picaduras dolorosas y venenosas que no llegan a matar a una persona pero sí a que tenga que recurrir a la atención médica.
Representan un problema para el desarrollo de las actividades agrícolas.
En la vida doméstica suelen atacar casi todo alimento que no se cierre herméticamente y destruir el cableado interno de los hogares.
Se encuentran en casi todos los ecosistemas del mundo, exceptuando los lugares de frío extremo. Se conocen especies que son capaces de sobrevivir bajo el agua durante más de 10 días.
La mayoría son herbívoras y carroñeras, alimentándose de hongos, hojas, tallos e insectos muertos principalmente.
Para el apareamiento, el macho que posee alas realiza un “vuelo nupcial” en donde atrae a la hembra alada. En algunas especies existe la poligamia. Una vez que termina el acto, las hembras buscarán hacer nuevas colonias, comenzando a poner sus huevos para protegerlos y despojándose de sus alas.